"Últimamente hay rumores acerca de lugares para sobrevivir a la llegada de Hercólubus, como el monte Bugarach francés, que actualmente es un centro de atracción para los grupos alternativos porque algunos líderes están hablando de una gran ascensión que tendrá lugar allí en 2012", puede leerse en un mensaje en demencial foro de Internet dedicado al inminente, y ficticio, paso cerca de la Tierra de un planeta mucho más grande que Júpiter que provocará una sucesión de catástrofes digna de Roland Emmerich.
El autor del texto añade que no hay lugar en el planeta para escapar del desastre.Los habitantes de Bugarach, aldea cercana a Rennes-le-Château, están preocupados por la que se les puede venir encima de aquí a diciembre de 2012, cuando algunos sitúan el próximo fin del mundo en coincidencia con el final del calendario maya. "Internet es capaz de todas las locuras y nosotros, que somos sólo 200 vecinos, no vamos a poder resistir", ha declarado a AFP el alcalde, Jean-Pierre Delord, que teme la llegada de miles de chiflados.
El pueblo ya recibe habitualmente la visita de numerosos fanáticos de los platillos volantes y lo paranormal que creen que en el monte Bugarach está la entrada a un mundo subterráneo, hay puertas interdimensionales, una base secreta de ovnis, puede estar escondido el Santo Grial y otras locuras.
"En un principio, un 72% de mis clientes eran excursionistas. Ahora, un 68% son visitantes esotéricos", asegura Sigrid Benard, gerente de un albergue. Los aficionados a lo paranormal dejan por la montaña todo tipo de amuletos que el Ayuntamiento retira. El miedo de los lugareños es que ese turismo chiflado vaya a más hasta el 21 de diciembre de 2012.
El pueblo ya recibe habitualmente la visita de numerosos fanáticos de los platillos volantes y lo paranormal que creen que en el monte Bugarach está la entrada a un mundo subterráneo, hay puertas interdimensionales, una base secreta de ovnis, puede estar escondido el Santo Grial y otras locuras.
"En un principio, un 72% de mis clientes eran excursionistas. Ahora, un 68% son visitantes esotéricos", asegura Sigrid Benard, gerente de un albergue. Los aficionados a lo paranormal dejan por la montaña todo tipo de amuletos que el Ayuntamiento retira. El miedo de los lugareños es que ese turismo chiflado vaya a más hasta el 21 de diciembre de 2012.