Mientras él se echa una siesta, ella decide coger el bote e irse al lago a leer.
Pero, cuando ella está tomando el sol, se acerca un policía local en otro bote y le dice:
- Aquí no se puede pescar, señora. Voy a tener que detenerla.
- Aquí no se puede pescar, señora. Voy a tener que detenerla.
- Pero, señor - se queja la mujer- si no estoy pescando.
El policía insiste:
- Señora, lleva usted todo el equipo necesario para la pesca. Debo llevármela.
La mujer dice:
- Si lo hace, voy a tener que denunciarle por violación.
- Pero, ¡si no la he tocado!
- Ya -dice ella-. Pero tiene usted todo el equipo necesario para hacerlo.