-Lleva siempre ropa interior limpia por si tienes un accidente (con la ropa interior limpia se deben amortiguar los golpes o te deben tratar mejor en el hospital) .
-Parece que le hablo a la pared (aunque parezca mentira te escucho).
-¿Vas a salir vestida así? (¿prefieres que me cambie en el ascensor?).
-¡Yo no soy tu sirvienta! (nadie cocina como tú).
-Mientras vivas bajo mi techo, harás lo que te digo (¡señor, sí señor!).
-Llámame cuando llegues, así sé que has llegado bien (aplícate el cuento).
-Haz lo que yo digo, no lo que hago (yo es que soy de seguir el ejemplo).
-¿Crees que la ropa tiene un ciclo vital propio que ella sola se mete a la lavadora, se tiende, se plancha y se recoge? (yo creía que sí).
-No me preguntes por qué. La respuesta es NO (principio de autoridad).
-No salgas con la cabeza mojada, cogerás frío (pero si estamos en Agosto).
-No te sientes cerca de la televisión, que te vas a quedar ciego (pues compra una TV de 40 pulgadas).
-¡No hables con la boca llena! (fale mafmaf).
-¿Cómo puedes decir que no tienes nada que ponerte? Tu armario está lleno (pero tengo renovar el vestuario ahora soy gótico).
-Come verdura que es muy buena (y con las espinacas te harás tan fuerte como Popeye, no?).
-¿Cuántas veces tengo que decirte…? (sin comentarios).
-¿Ir a una fiesta? ¿Quién va? (pero si no los conoces mamá).
-¿Cómo sabes que no te gusta si no lo has probado? (aquí tienes toda la razón mamá).
-¡Nunca le he hablado así a mi madre! (eran otros tiempos).
-No me importa lo que haga “todo el mundo”. Me importa lo que tú haces (mamá siempre has ido contracorriente).
-Sólo quiero lo mejor para ti o estoy haciendo esto por tu propio bien (lo sé).
-El que es hombre para trasnochar, lo es para madrugar (vale, pero déjame 10 minutos más).
-Cuando seas padre comerás huevos (señor, sí señor).
-El dinero no crece en los árboles (pero es que no tengo un duro).
-Algún día me darás las gracias por ello (ya lo estoy haciendo).
-¿Qué pasa si todo el mundo salta de un acantilado? ¿Lo harías, también? (tampoco es eso).
-¿Qué parte del NO no entiendes? (vuelve el principio de autoridad).
-Puedes ir a jugar … después de recoger tu leonera (habitación) (si tú la limpias mejor y más rápido).
-¡Se lo voy a contar a tu padre cuando llegue a casa! (¡coño!).
-¿A quién crees que le estás hablando? (a veces, no lo sé).
-Tienes respuesta para todo, ¿no? (es que soy muy listo).
-¿Por qué? Porque yo lo digo, por eso! (de nuevo, el principio de autoridad).
-Cuando yo tenía tu edad…
Manual de reproches de una madre
Seguro que habéis “sufrido” cientos de expresiones como éstas. Va por ti MAMA.
Imagen: Edukame