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Respétalos al subir porque los encontrarás al bajar.



Había una vez un león que estaba durmiendo plácidamente mientras que un ratón jugueteaba muy cerca de él. Sin quererlo el pequeño roedor despertó al gran rey de la selva que molesto por ello lo atrapó entre sus garras con un rápido movimiento.

El león abrió sus fauces para comerse al ratón, que en ese mismo instante le suplicó clemencia:

– Por favor, rey de los animales, señor de la selva, no me comas. Apenas soy alimento para ti y, además, si me dejas ir un día te salvaré la vida.

Al escuchar aquello, el león comenzó a reírse a carcajadas pues no entendía cómo podría salvarle a él la vida un insignificante ratoncillo. Sin embargo, le dijo:

– Me haces tanta gracia que te dejaré marchar.

Y muy angustiado, el ratón salió disparado en cuanto el león le soltó.

Pasó el tiempo… y un día mientras que el león se encontraba buscando alimento cayó en una trampa que habían colocado unos cazadores. Trató de liberarse de ella pero todos sus esfuerzos resultaban inútiles pues lo único que lograba era quedar más atrapado aún.

Todos los animales de la selva pudieron escuchar los fieros rugidos del león, incluido el pequeño ratoncillo al que varios días antes había perdonado la vida. Fue entonces que, recordando aquél momento en que le dejó escapar y haciendo honor a la promesa de salvarle algún día la vida, corrió para ayudar al león. En cuanto llegó hasta donde éste se encontraba, comenzó a roer la red en la que había quedado preso el león hasta conseguir rasgarla y liberarle.

Moraleja para directivos: la vida da muchas vueltas... por eso, trata con mucho respeto a la gente que te encuentres al subir porque te los volverás a encontrar al bajar. Nada es eterno. Las empresas quiebran, los despidos existen, las enfermedades hacen acto de presencia... y quien hoy está arriba mañana está abajo y viceversa.

La dignidad humana es innegociable, es independiente de la edad, el sexo, el estatus, la nacionalidad, el nivel cultural o la posición jerárquica… Se merece por ser humanos. A pesar de ello, según un estudio de Otto Walter (2005) realizado con 750 entrevistados, entre las conductas que más irritan a los empleados de sus jefes, la falta de respeto ocupa la primera posición. Un 50% de los encuestados así lo señaló. Éste es el 
top ten:

1. Irrespetuoso (49%);
2. Prepotente (37%);
3. No escuchan (30%);
4. Incompetencia Directiva (29%);
5. Incapacidad para Apoyar al Equipo (29%);
6. Falta de trato humano (25%);
7. Poca implicación (24%);
8. No sabe controlar (24%);
9. No cumple sus compromisos (21%);
10. Injusticias (19%);

Y el resto son:

11. Falsedad (18%);
12. Falta de confianza (17%);
13. No dar la cara por los empleados (14%);
14. Poca claridad de objetivos (13%);
15. No respetar horarios de los demás (10%).